Una nueva esperanza

Encerrados, es en lo que estamos. No muchos salen, pero esta vez parece como si estuvieramos condenados en jaulas. Es algo incómodo, pero creo que existe algo importante en todo.

Tal vez el mundo necesitaba un respiro, estabamos demasiado tiempo enfocados en la luz azul, en todo lo que pasa afuera. Pero esta ocasión, en especial, te dió la oportunidad de verte a ti mismo, tu historia, quién sos y por qué, que te importa y que no.

Por eso, en estos días, llegué a la conclusión, esto nos hace pensar demasiado, y tal vez eso sea bueno, pero también da miedo. Da miedo porque nos hace abrir mechas que pensabamos que habían acabado, pero siguen ahí, siempre presentes, volviendo ahí, de tus viejas raíces.

Y vuelve ese dolor, que pensabas que jamás iba a volver, pero ahí está, de nuevo, esa cosa horrible que nos carcome de vez en cuando, o tal vez durante mucho tiempo. 

Se hizo la pregunta. Por qué todo esto me pasa a mí? Por qué siento esto? Simplemente este es el destino, esto es lo que soy. Y tenes razón, eso es lo que sos, y eso es lo que te ayudará a ser. Son las pensamientos más malos, nuestras peores visiones de nosotros mismos, que nos desafían para superarlas, para ser mejores yo. Sin problemas la vida no tiene sentido, son las cosas malas lo que hace que saques las cosas buenas. Si a mí no me doliera nada, si a mí no me importara nada, entonces yo no tendría por que hacer algo. Nada de lo que conseguí hoy, estaría, y ese es el ciclo infinito de la vida, jamás termina, supongo.

No evites tu dolor, te sirve para que no seas una máquina que se conforma, que repite lo mismo todos los días. Tu dolor, esta ahí, para que te muevas, por que las cosas podrían ser mejor, o porque tal vez tengas que cambiar la perspectiva.

Tu dolor siempre estara ahí, jamás se irá, porque es lo que hace que vivas, es lo que da sentido a tu vida. Simplemente eres tú mismo recordándote, viví.