Dos Almas, Nuestro Destino ( Capítulo 3)
- Has vuelto.
- Esperé mucho por este instante, este momento, este tiempo.
- Por qué ahora?
- Estuve un poco ocupado, no es que quisiera, pero así son las cosas.
- Puedes ser tú, ahora.
- Lo sé.
- Cómo has llevado estos últimos días?
- Pues no fue tan placentero, hubo momentos donde nada tenía una pizca de emoción, y en otros sentí que había conseguido algo, que por fin todo había terminado.
- Pero luego...
-Pero luego todo volvió a ser como antes, vacío, sin sentido.
- No podemos escapar de nuestro destino.
- No, no hay destino, bueno sí, pero en reversa.
- Cómo qué en reversa?
- El destino le miramos como si fuera hacia adelante, pero para mí es hacia atrás. Siempre nos sigue, cada palabra, cada paso, cada respiro, hasta que se hace.
- Ya veo, entonces crees que nada tiene que ser de forma predeterminada.
- Creo que depende de cada uno, pero según mi punto de vista, creo que hay ciertas cosas que no podemos controlar, que serán de una forma que jamás pedimos.
- Al ser tan pequeños ni siquiera pensábamos de esas cosas, pero con el tiempo crecimos, y aprendimos que podemos decidir hacia dónde queremos ir.
- Sí, podemos decidir.
- Y es por eso, que en este momento, decidirás cambiar tu pasado, para que así no vuelvas a sufrir en este presente de mierda, estás cansado de tener que sufrir, de cometer los mismos errores una y otra vez, pero ahora ya sabés la respuesta, y por eso se lo dirás a tú versión más joven, para que todo sea mejor.
- Ya es hora.
- Sí.
Nuestro heróe, no muy contento con su presente, cree que cambiando su destino, tendrá una vida mejor, que las cosas mejorarán, esa es su misión, la única esperanza.
Hace 8 años atrás.
- Vaya, como recuerdo todo esto, era tan diferente, y todo algún día será como es ahora, nada escapa de su destino.
- Y ahí estás, sentando pensando en lo miserable que era tu vida, pero gracias a ti mismo, hoy serás lo que eres hoy.
- Y es por eso que tienes que decirte a ti mismo, que hay aún esperanza, cómo tienes que hacer las cosas, para que todo cambie.
Estaba él sentado mirándose a sí mismo, pero su otro yo no lo sabía, y ya era el momento de hacerlo, hasta que...
Alguien le agarra del hombro. Él se gira y ve que es un hombre, con esos ojos, y esa cara...
- No, no hagas una estupidez.
En ese momento nuestro heróe sintió como toda su garganta se le había atascado.
- Yo sé lo que quieras hacer, pero tú no necesitas decirte algo a ti mismo, tú ya te dices a ti lo que tienes que decirte. Confía en ti mismo.
- Quién...
- Sé qué en tu mente estarás pensando cosas, lo sé porque también pasé por eso hace mucho tiempo.
- Quién eres?
El desconocido sonríe.
- Hay cosas que desería que hubieran sido diferentes, que hubiera entendido las cosas mucho antes, pero no se puede, no podemos hacerlo. Debes entender que la única manera de cambiar el mundo, es cámbiadote a ti mismo primero.
- Por qué me decís todo esto?
- Para que recuerdes que algún día también lo entenderás.
- Qué?
- Algún día sabrás quién soy, solo vuelve a donde debes estar.
El desconocido se despide de él, y nunca más aparece.
Mientras tanto...
- Y ese sería todo el escenario que me habría montado si fuera posible viajar en el tiempo, pero todos sabemos cómo es.
- Espero que algún día él lo entienda, que ya ahora se puede hablar a sí mismo.
Comentarios
Publicar un comentario