Un paseo por tu cabeza



Cada mañana me despertaba, y venían los recuerdos dolorosos, en mi cama. Miraba al techo y pensaba "¿cuándo todo iba a terminar?", todo se sentía como un castigo.

Era exhaustivo porque también me pasaba en la noche, antes de dormir. Y bueno, que sorpresa que a la mañana siguiente volviera cuando estuviera consciente otra vez. Estaba muerto, pero ahora solo moría. 

Pasan cosas raras en mi mente, ni yo las entiendo, trato de aceptar eso, pero no importa lo que haga. Es como una enfermedad irreversible, cada vez se hace peor, como si sentirme mal fuera mi destino.

Ese día me fui a hacer mis deberes, tenía que buscar algo para la casa, no tardaría tanto.

Al llegar al lugar, antes de bajarme decidí quedarme en mi auto por un momento. Mi vista se llenaba de la ciudad, la calle, los autos pasar, y el sonido en general me hacía relajar. Sentí una profunda soledad, pero se sentía bien, estaba en paz.

Y de repente, pasa algo..., el ambiente empieza a aclararse, una especie de luz, se puso en frente de mi auto.

La luz se hace cada vez más brillante, hasta que...
 
Estaba en un sofá, el de mi casa. Qué mierda?! Nunca me asusté tanto en mi vida. Intenté buscar una explicación de cómo llegué hasta ahí, pero lo último que recuerdo fue estar en mi auto, y la luz.

Me levanté, y después de un tiempo, noté que nadie estaba en casa, todos habían salido.

Haciendo uso a mi memoria, no recuerdo que mi familia hubiera dicho para salir a alguna hora, y porque nadie me habría dicho nada.

Me empecé a preocupar, pero fuera de eso, todo parecía normal, bueno..., el humo de afuera me llamó la atención.

Cuando salí afuera, me quedé congelado por un segundo, sentí como si fuera el fin del mundo, aunque era sola una casa quemándose, pero de todas maneras era un escenario espantoso.

Algo muy malo estaba pasando.

No sabía que hacer en ese momento, pensé llamar a mis padres, o a mi hermano, pero no tenía batería. 

Decidí salir afuera, para preguntar a los vecinos si sabían que pasó, pero nadie respondió el timbre de sus casas.

Era terrible, el fuego había destrozado toda la casa, y cada vez las llamas eran más grandes. 

De la nada, escucho algo y me giro. Veo a alguien, al mirarle los ojos (la boca y la nariz estaban cubiertos con un pañuelo negro), me recuerda a... , ¡era yo mismo! Estaba seguro, al fijarme por completo de su cuerpo, tenía mis mismas características. Me sorprendí, pero más al darme cuenta,  que no sentí miedo, era algo raro, como un sueño.

- Remy- me dice.

Y eso fue todo, me dije a mí mismo, mi nombre, y yo no respondí nada, no sentí la necesidad, todo debía ser de esa forma.

Mientras tanto, me seguía? Íbamos camino hacia la casa incendiándose. 

- Este tú te lo hiciste- me dice.

Me puse de frente y, me quedé observando la casa en llamas, mientras más miraba, más se hacía claro, recuerdos malos, fue una pesadilla. Entonces aparté la mirada, tratando de escapar de ese abismo. Poco a poco las imágenes de mi cabeza se esfumaron.

Estaba destrozado. Volví a mirar esa versión mía, misteriosa, me notaba como más maduro en cierto sentido. Después de un rato, le pregunté:

- Qué significa todo esto?

- Tus recuerdos.

- Mis recuerdos?

- Cada momento de miedo, cada momento vergonzoso, cada momento doloroso, todo esto que ves aquí, es tu cabeza, la parte mala.

- Entonces estoy dentro de mi cabeza?

- Sí, este es el infierno de tu cabeza.

Me quedo mirándolo, no sabía que decir, me quedé mudo, congelado...

Tal vez esté muerto, pero tampoco tendría sentido, todo se siente tan real. 

Tendría que haber sido un sueño.

- Ya estoy muerto?

- No.

- Y esto qué es? No tiene sentido...

- Lo siento Remy, pero eres un fracaso. Estás destinado al castigo eterno.

De la nada, todas las otras casas se incendiaron. Al mirar cada una, volvían los recuerdos dolorosos.

La sensación que tenía eran las emociones de ese momento, mientras más veía la casa, peor se hacía. Luego apartaba la mirada y volvía afuera, con miedo.

Así estuve, en pocos minutos, pero se sintió como una eternidad, era como vivir toda mi vida otra vez, pero con ganas de no...

- Bueno, esto es tu cabeza. Un lugar difícil, pero ya sabés eso.

- Nadie debería estar solo en este lugar, nadie.

Siento una tristeza profunda.

- Cada casa representa tus recuerdos, mientras más tiempos estés mirando, más se queman y más te sientes mal.

- Puedo volver a vivir?

- No Remy, lamentablemente no podemos cambiar eso, estamos destinados a ser así.

- No...

- Llevás años sufriendo por estas cosas, y sabes algo, tienes razón, te merecés todo el dolor, a nadie le importa tu existencia.

- Por qué?

- Y todo fue tu culpa, cómo pudiste haber hecho...?

-No, pará.

- Me gustaría pensar de otra manera, pero sos una basura, un inútil.

-CÁLLATE.

- Te afectó, verdad?

- Eres muy sensible, que marica.

Siguió, hasta que en un punto estaba a punto de... ,  sus palabras, me mataban, más y más.

Me dejó tirado en el piso, me dejó sin nada, y simplemente me sentí impotente. Cerré mis ojos y me dejé llevar por el abismo.

Me desperté, después de cierto tiempo, no tengo ni idea cuánto. Pero, ya no estaba en el barrio infernal, ahora estaba en un cuarto.

No sé como explicar, pero, nunca me había sentido con tanta paz al estar en un lugar, uno desconocido, estaba en paz, otra vez.

Se abre una puerta.

Era yo otra vez, pero diferente.

Estaba con ropa, ropa que usaba en mi casa, era yo de todos los días, podía verme a mí mismo.

- Hey.

Me dijo eso y no le respondí nada, esta vez fue más impactante que la vez anterior, porque ahora si podía verme a mí complemente.

- Dejá que levante la cortina.

Levantó la cortina y ahí estaba ese mundo infernal, a través de la ventana, podía ver todas las casas quemándose sin parar.

- Nadie debería estar solo ahí. - dijo él, "yo".

Yo le miré y creo que con mi mirada, entendió que pensaba lo mismo.

- Sé que sientes, cómo eres, al final soy tú mismo, todo esto es un sueño en sí.

- Y por qué tengo que soñar esto?

- No sé, pero tú cabeza es un infierno. 

Se produce un silencio.

- Pasé años lidiando con todo, y ahora me pasa esto, es como si no hubiera fin, como si estuviera destinado a...

- Sí, lo sé, pero tranquilo, todo va a terminar pronto.

- Cómo va a terminar?!

- No sé, pero...

- Por qué ahora sos diferente?!

- No soy él mismo, el que viste allá abajo es tu yo crítico. Él que es muy duro contigo mismo, él da paso a tu dolor. Yo en cambio, soy tu yo aceptante, a pesar de todo, aunque podamos ser un fiasco, aún hay esperanza.

Una luz se produce dentro del cuarto, era esa misma luz que apareció cuando estaba en el auto, cada vez más brillante, ya...

Miro al techo, mi ventilador girando, me desperté. Por fin había sentido la realidad, me di cuenta que incluso cuando estaba en el auto, también era parte del sueño. No sabía cómo sentirme al respecto, pero simplemente me levanté, y me fui al baño. 

A las mañanas suelo hacerme un café negro, y suelo tomarlo afuera de mi casa, en mi patio, me hace sentir libre.

"Esto tú te lo hiciste" - pensaba.

"Aún hay esperanza" - pensaba.

De repente, mi hermano sale afuera también, me empieza a decir bobadas.

Mientras me hablaba, no podía dejar de pensar, en mi sueño, una ilusión, un paseo por mi cabeza. 

Veo humo por el cielo, en mi mente.




















Comentarios

Entradas populares